<14 de Enero>



HISTORIA 
   Corría el año 1.703 cuando en Sevilla se destacaba la costumbre de los rosarios populares, que se realizaban procesionalmente por las calles, donde despuntaba un sacerdote Capuchino de profunda devoción Mariana, aquel religioso de nombre Isidoro de Sevilla, inspirado por su ferviente espíritu Mariano. 

Seguramente concibió mediante una revelación o un sueño providencial, la imagen de la divina Pastora. Este, salió un buen día en busca de su hermano para que lo acompañase a una diligencia, así como para que le pagara una obra que deseaba contratar al renombrado artista Miguel Alonso de Tovar de la Escuela Pictórica Sevillana.
El Padre le hizo al artista la siguiente descripción: “En el centro y bajo la sombra de un árbol, la virgen santísima sédente en una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura. La túnica roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas, de blanco pellico ceñido a la cintura. Un manto azul, terciado al hombro izquierdo, envolverá el entorno de su cuerpo, y hacia el derecho en las espaldas, llevará el sombrero pastoril y junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderío. En la mano izquierda sostendrá al niño y posará la mano derecha sobre un cordero que se acoge a su regazo. Algunas ovejas rodearán la Virgen, formando su rebaño y todas en sus boquitas llevarán sendas rosas, simbólicas del Ave María con que la veneran…”
Dos meses después, el artista Miguel Alonso de Tovar culmina la pintura en lienzo de la “Divina Pastora de Almas” del Padre Isidoro. 

Primera aparición
  El 08 de Septiembre de 1.703, durante la fiesta de La Natividad de la Virgen, el Padre Isidoro, aprovechando la procesión del rosario de la tarde, saca el lienzo en su estandarte realzado con una guirnalda de flores y cintas.
Ese día la Divina Pastora salió de la iglesia de San Gil, presidida por una cruz alumbrada por faroles y dos filas de hombres que marchaban al paso, mientras el clero la rodeaba, dejándose escuchar las sentidas notas de los músicos quienes detrás la seguían al igual que el coro de las mujeres. La procesión llegaría hasta la Almeda de Hércules entre una gran multitud a la que, dirige la palabra el Fraile Isidoro desde lo alto de un taburete entre las dos columnas de un monumento, dando a conocer la doctrina del Pastorado de la Virgen.
Fue el catedrático del Arte de la Universidad de Sevilla, Francisco Antonio Gijón, conocido como uno de los máximos escultores Sevillanos dentro del arte barroco, quien esculpió la imagen tamaño natural de la Divina Pastora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario